Hace más de 4 años, cuando empecé a recorrer de nuevo y con otra consciencia el camino de la botánica, me encontré con una pregunta que todavía trato de resolver ¿se vale o no introducir especies foráneas en un territorio? Yo ya había introducido la lavanda inglesa sin habérmelo cuestionado, algo parecido a lo que pasó con los conquistadores de América cuando irreflexivamente trajeron especies que venían pegadas a las suelas de sus botas. 5 siglos más tarde muchas no sólo se han adaptado a las condiciones cambiantes de estas geografías sino que se han transformado en agentes biológicos clave para los ecosistemas de los que hacen parte. Algunos pueblos originarios o indígenas, según me cuentan, tienen una opinión diferente. Ellos creen que todo hay que dejarlo justo como está. Sienten que entre más parecido es un territorio a como estaba cuando no había agentes extranjeros es mejor pero yo, que nunca paro de hacerme preguntas, me cuestiono. ¿Realmente es la mejor vía de acción? Sigo diseccionando el modo en que se crean las creencias y su relación con las emociones y veo un vínculo indivisible. Ahora, para completar, ya he leído dos artículos que cuestionan esta tendencia ecológica hacia el «preservacionismo» puro porque la naturaleza misma está mostrándoles a quienes se postran ante ella con humildad y la capacidad de observación bien despierta que quizás, que tal vez lo mejor es promover la creación de ecosistemas biodiversos más que puros porque así se dan sinergias fuertes y sanas.
¿Nativas o no?
Publicado por Licuc
Haciendo entrevistas desenterré recuerdos infantiles de un editor, visité casas con obras de arte envidiadas por museos y aprendí técnicas de tráfico vegetal ilegal. Estudiando por mi cuenta aprendí que Justicia pectoralis es el nombre latino de una planta medicinal a la que comúnmente se le llama amansaguapos y amansatoros. Cuando no estoy estudiando para compartir lo que aprendo, o solo para divertirme, escribo en mis blogs Los tés, Licuc, Sexo sin maquillaje, El sueño significado y H E R A. En 2016 empecé a estudiar Herbolaria Onírica, lo que me ha llevado a aprender un poco de latín, otro tanto de química, algo de jardinería y muchísimo de botánica. El conocimiento es mi droga favorita, por eso amo aprender de temas nuevos todo el tiempo. Ver todas las entradas de Licuc